Cuando comienza un espectáculo de teatro de objetos, enseguida se crea un clima particular. Los objetos tienen una presencia increíble en escena. Atraen la atención, nos focalizan, nos calman, y nos colocan en un terreno más ingenuo y menos a la expectativa de algo en concreto. Nos permiten pasar de lo poético a lo cómico, y estar en los dos al mismo tiempo, sin que nos choque. Con ellos se pueden contar historias muy sutiles y mínimas, o historias grandiosas, sin que haya enormes y costosas escenografías. Y tienen otra gran ventaja en escena: No tienen porqué hablar. No esperamos de ellos una inteligente conversación. Y esto nos libera en escena y nos permite contar historias desde el cuerpo.Leer más…

BLOG

© 2014 Escuela Internacional del Gesto. Todos los derechos reservados.
Comentarios